Este libro de Roald Dahl, creador de historias maravillosas como Charlie y la fábrica de chocolate, Las brujas y Matilda (llevadas al cine), entre otras, propone una vuelta de tuerca a algunos cuentos tradicionales, en clave de poesía y con muchísimo humor.
Inicia con un poema que juega como prólogo al tiempo que expone una advertencia:
“«¡Si ya nos la sabemos de memoria!»,
dirán. Y, sin embargo, de esta historia
tienen una versión falsificada,
rosada, tonta, cursi, azucarada,
que alguien con la cabeza un poco rancia
consideró mejor para la infancia…”.
dirán. Y, sin embargo, de esta historia
tienen una versión falsificada,
rosada, tonta, cursi, azucarada,
que alguien con la cabeza un poco rancia
consideró mejor para la infancia…”.
¿Cómo negarnos después de semejante promesa?
Traspasada la puerta se confirma el juramento. El autor reivindica y actualiza los cuentos clásicos de tradición oral y critica las adaptaciones modernas, "rosadas, tontas, cursis, azucaradas", con las que nos los hicieron conocer en la infancia, aunque no siempre estos cuentos fueran tan remilgados como las adaptaciones relacionadas con el universo Disney. Pensemos si no en las versiones de Perrault y las de los Hermanos Grimm.
En Cuentos en verso para niños perversos Cenicienta cambia al príncipe por un hombre honesto que fabrica mermeladas; los enanos y "Blanquita" (Blancanieves) se enriquecen ilícitamente a través del juego; Caperucita es una francotiradora que no sólo mata al lobo y aprovecha su cuero para hacerse un imponente abrigo de piel en su propio cuento, sino que se hace una escapada hasta el de los tres chanchitos para conseguir materia prima ¡de marrano! con la que hacerse un bonito maletín.
Roald Dahl se vale con maestría del humor negro y la parodia. En el juego con personajes que se desmitifican y pasan de inocentes a culpables, de ingenuos a maliciosos, de victimarios a víctimas los cuentos hallan su modo de sublevarse contra los modelos establecidos y un eficaz recurso de humor. Humor que también logra a través de la descontextualización que atañe al uso del lenguaje, las acciones y actitudes de los personajes, la inversión de sucesos claves, los finales sorprendentes.
Asimismo, la elección del verso constituye otro elemento humorístico; muchas veces en la rima misma está la clave que provoca risa, pero además, la construcción poética nos traslada como lectores al origen de los cuentos, al comienzo de todo, al narrador juglar y a las nanas y canciones (primeras lecturas infantiles).
Ficha bibliográfica:
Título: Cuentos en verso para niños perversos
Autor: Roald Dahl
Ilustraciones: Quentin Blake
Editorial: Alfaguara
Género: poema narrativo
Páginas: 32
Encuadernación: tapa dura
ISBN: 978-987-04-0979-3
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