lunes, 5 de diciembre de 2011

¿Qué leían los autores cuando eran chicos?

Aprovechando que llegan las fiestas y se acercan las vacaciones, les preguntamos a los escritores de Literatura infantil qué libros recordaban de su niñez. Esto es lo que nos respondieron. (Como verán, hay varias coincidencias…).
¡Gracias a los autores que participaron de este juego de recuerdos!

Liliana Cinetto
Yo recuerdo la colección de las historias de Monteiro Lobato, el escritor brasileño. Travesuras de Naricita. También Corazón de Edmundo de Amicis que me hizo llorar como loca. Y la colección Robin Hood de tapas amarillas: con Mujercitas, Hombrecitos, Bajo las lilas, Entre selvas y desiertos

El Tutú Marambá de María Elena que me regaló mi mami. Los de Julio Verne y los de Emilio Salgari.

 

Laura Devetach

Pinocho, de Collodi.
Las 1000 y una noches.
Cuentos de la selva de Quiroga.
Poesías, cuentos y leyendas de Becquer.
Las aventuras de Tom Sawyer y las de Huckleberry Finn, de Marc Twain.
Y muchos cuentos de hadas que venían en editorial El molino en los años 40. También historietas.

 

Ángeles Durini
Me gustaban: Cuentos del Norte, editorial Juventud, que eran cuentos tradicionales.
Mujercitas, toda la serie, y todos los libros de Louisa May Alcott que estaban en la biblioteca Robin Hood.
Peter Pan, de Barry.
Cuentos de la selva, Cuentos de odio, de amor, de locura y de muerte de Horacio Quiroga.
La importancia de llamarse Ernesto, otras obras de teatro y cuentos de Oscar Wilde, principalmente “El fantasma de Canterville” y “El pescador y su alma”.
Amaba las novelas de Papelucho, de la chilena Marcela Paz.

Florencia Esses
Yo leía todo lo de Elsa Bornemann, en especial me acuerdo de cuánto disfrute El niño envuelto, y cómo lloré con No somos irrompibles.
También leía novelas que me pasaba una amiga de "Los Hollisters".
Ah, ¡y Billiken!

Mario Méndez
Los dos primeros que leí, o me leyeron, en realidad: libros gigantes de Sigmar: Caperucita Roja y Las ardillitas mellizas, que empezaba: “En un tronco hueco, vivían dichosas/, dos ardillas listas, inquietas, curiosas/ Eran tan iguales que nadie sabía/ ni su propia madre, si eran Pío o Pía.
Más adelante, El casamiento de los conejos (que se perdió) y El negrito Zambo. Este, junto a los dos de Sigmar, todavía los tengo.
Y entre los 7 u 8 y los 10 u 11, varios de la colección Billiken: Tom Sawyer en el extranjero, Corazón, Moby Dick, El quijote, Sherlock Holmes y la liga de los pelirrojos...

María Cristina Ramos
Me acuerdo de Corazón, de Edmundo de Amicis, Robinson Cruzoe de Daniel Defoe, La niña de los cuentos, de Lucy Maud Montgomery, El príncipe Feliz de Wilde, Martín Fierro de Hernández y leyendas argentinas incluidas en el Manual del Alumno de Kapelusz.

Graciela Repún
Además de Salgari, Dumas, el autor de Violeta: Withfield Cook, Johana Spyri, L. M Montgomery, Verne (con El testamento de un excéntrico) H.G. Wells, Nicolás Guillén (me sabía sus poemas de memoria), Hogson Burnett (El pequeño lord Fauntleroy), J. Barrie, Monteiro Lobato, Cortázar (Historia de Cronopios y de Famas) Bradbury, Eleanor H. Porter, T. Sturgeon, Lewis Carroll. Y un libro que amaba: Bertoldo, Bertoldino y Cacaseno y más.

Patricia Suárez
Violeta, de Whitfield Cook en la colección Billiken.

Ana María Shua
Azabache, El príncipe valiente (toda la saga), Bomba, el niño de la selva (toda la saga), Veinte cuentos infantiles ilustrados por niños, El Tesoro de la Juventud, el Gallo Embrujado, los Cuentos de la Selva...

Verónica Sukaczer
Violeta, de Whitfield Cook; Cocorí, de Joaquín Gutiérrez; Tinke-Tinke y El libro de los chicos enamorados, de Elsa Bornemann.

Carolina Tosi
Dos libros me vienen a la cabeza: Dos años de vacaciones, de Julio Verne. El libro estaba en la biblioteca de mi casa en el estante de arriba (es decir, no era para mí). En ese momento, no sabía quién era el autor, pero lo elegí por el título (¡¡¡¿¿Qué puede ser más cautivante para un chico que dos años de vacaciones??!!!). Me encantó, me acuerdo que lo leí varias veces.
Un elefante ocupa mucho espacio, de Elsa Bornemann. Cuando volvió la democracia yo estaba en tercer grado y aparecieron nuevos libros que antes no circulaban. Entre ellos Un elefante... que era mi favorito. Especialmente, me gustaba el cuento de Gaspar y el de la nena de las trenzas largas. Recuerdo ese libro, además, porque Bornemann me lo firmó en una feria del libro. Fue la primera vez que vi a un escritor y eso me emocionó mucho...